domingo, 22 de enero de 2012

Something about God

He leído cientos de palabras en infinidades de libros, pero pocos me dejaron la sensación de plenitud de éste último. Considero que tendría que ser el libro que cada uno de nosotros deberíamos llevar y releer cada vez que perdemos de vista lo importante, cada vez que nos perdemos de vista a nosotros mismos...
Comparto algunos párrafos con las personas que amo, y las que estén capacitadas para entender su significado. Algunos leerán entre líneas, otros no. Algunos se harán cargo, otros no. Algunos sentirán vibraciones, otros probablemente no sientan nada. Pero indudablemente todo el que lo lea, tendrá una parte que le quepa. Y si les causa emoción igual que a mi, entonces habrán entendido el verdadero significado de la vida y de la muerte como parte de ella.

"Los sabios han adquirido y descubierto la verdadera esencia de las cosas. El Absoluto, aquel que todo lo penetra, no puede ser destruído, porque es imperecedero. Estos cuerpos que sirven de envoltura  a las almas que los habitan son mortales, y no deben confundirse con el hombre verdadero. Son perecederos, como todo aquello que es finito. Deja, pues, que perezcan.
Y ahora que conoces éstas cosas pues, levántate y disponte a batallar. Recuerda ésta verdad: el hombre real no nace ni muere.
A la manera como el hombre abandona las ropas viejas para vestir las nuevas, abandona el morador el cuerpo, el cuerpo viejo, y encarna en otro nuevo para él preparado.
Ninguna arma puede herirlo, ni el fuego quemarlo, ni el agua humedecerlo, ni el viento secarlo, porque es invulnerable, incombustible, impermeable, eterno e inmutable.
Algunos tienen al espíritu por cosa maravillosa, mientras que otros hablan de él incrédulamente y sin comprenderlo.
Recibe imparcialmente lo que te sobrevenga, sea placer o dolor, ganancia o pérdida, victoria o derrota.
Líbrate de los pares de opuestos, de lo mudable y transitorio, y permanece firme en la conciencia del Yo, de tu verdadero Ser.
Líbrate de la ansiedad por las cosas de éste mundo; no te dejes gobernar por las ilusiones de éste mundo perecedero.
Así como el agua que mana de una fuente llena las vasijas de acuerdo con la forma y capacidad de cada una de ellas, así también las enseñanzas espirituales no proporcionan sino la parte que cada cual es capaz de recibir conforme al grado de su evolución.
Logra la Paz aquel cuyo corazón es como el océano en cuyo lecho desaguan todos los ríos, sin desbordarlo."

Del libro Bhagavad Guita.

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